PERSONAJES

Quisieramos saber enumerar y sacar a la luz la vida de todos aquellos que consiguieron hacer grande la población que les vió nacer. A pesar de su sencillez, Beniarbeig fue capaz de procrear a insignes celebridades que enorgullecen a sus ciudadanos. En su larga existencia, muchos fueron aquellos que son dignos de mención aunque pocos serán los que aparezcan en estas páginas de reconocimiento.

Ana Cardona Doménech



                           El domingo 17 de septiembre de 1889, de seguro, fue una enorme espectación para la gran mayoría de ciudadanos del tranquilo pueblo de Beniarbeig.  Ese día vino al mundo Ana Cardona. Nacía en la calle Mayor fruto de un matrimonio bien avenido. Su padre, Bartolomé Cardona Guardiola, barbero de profesión, y su madre,  Salvadora Doménech Ballester, contribuían a la felicidad familiar al ser la primogénita de aquel enlace matrimonial que pocos años atrás realizaran en la iglesia parroquial de Beniarbeig.  
Ana Cardona pertenecía a una familia humilde, honrada y trabajadora. Su padre ejercía el oficio de practicante, constatado por el censo de población de 1900, además de barbero; oficios que ya desarrollaba el padre de éste en Xàbia y del que él aprendió para marcar su subsistencia en nuestro pueblo.

Cuando Ana contaba con dos años de edad sus padres le dieron un hermano a quien le pusieron por nombre Juan Bautista, por todos conocido como “El maestro Cardona”, uno de los músicos fundadores de la banda de música de Beniarbeig allá por el año 1925. Maestro de música, músico de trombón, practicante, dentista y barbero eran sus especialidades aprendidas de su padre.

La infancia de Ana transcurre sin acontecimientos importantes. Tal fue su sencillez que no llegó a ir a la escuela en aquellos años de finales del XIX y principios del XX, pues en 1900 no consta que fuera a las clases que impartía la maestra del pueblo y venida de Parcent, la señora Rosalina Mora Mora.

Educada desde la humildad y la modestia y alrededor de la familia toma la decisión de incorporarse a la vida religiosa cuando contaba veinte años de edad. Ella había sentido hablar de la Madre Elisea, Josefa Oliver Molina de Benidoleig, fundadora y Superiora General de las Hermanas Carmelitas de Orihuela” entre otras cosas porque la abuela de Elisea era de Beniarbeig.

El 27 de agosto de 1911 viste el hábito en la “Casa-Madre” de Orihuela. El 26 de septiembre de 1912 hace uso de la profesión de Hermana Carmelita a modo de temporalidad hasta que el 26 de noviembre de 1918 entra a formar parte por perpetuidad en la Orden Carmelitana.

Ana Cardona Doménech, más conocida por “Madre Sacramento” o “Sacramento Cardona”, como fiel seguidora de la Madre Elisea Oliver, desarrolla los cargos de Maestra de Novicias, Superiora de las clínicas de Barcelona y Granada además de ejercer la superioridad en los colegios de Brozas (Badajoz) y de Alicante. Llegó a ser Conciliadora y Secretaria General durante once años de forma ejemplar y con total dedicación.